Conoce el origen del día de muertos
¿Hay vida después de la muerte? Esta es una pregunta cuya respuesta se divide en dos opiniones: sí y no. Mientras que para algunos es el fin de su vida en la Tierra, para otros está apenas está empezando, algo que una festividad como el día de muertos logra enmarcar muy bien, una fiesta que se extiende a lo largo y ancho de México.
El día de muertos es una tradición mexicana que une a pueblos a lo largo y ancho de México y es celebrada de múltiples formas en la República Mexicana el 1 y 2 de noviembre. De acuerdo a distintos historiadores, es imposible tener una fecha exacta del inicio del Día de Muertos en México, pues es compartida por culturas como la azteca, la zapoteca, los purépechas y los totonacas –por nombrar a algunas–. Se tiene una aproximación de que es un ritual y fecha celebratoria con 3,000 años de antigüedad. Si hablamos de una en particular, tendría que ser de los aztecas: en su cultura, este era un festejo en el que se precedían fiestas en honor a Mictlantecuhtli y Mictecacihuatl: el señor y la señora del Mictlán –nueve regiones que tienen subdivisiones que corresponden a distintas pruebas que el "muerto" tiene que pasar, que depende de cómo haya sido en vida, así como de las faltas que cometió mientras caminaba por la tierra–. Figuras que después mutaron hasta transformarse en La Catrina que conocemos hoy.
Esta celebración perseveró pese a la conquista que se extendió por Aridoamérica y Mesoamérica. En el caso particular de México, la violencia con la que fue conquistada la tierra obligó a muchas personas a tratar de mantener y hacer prevalecer sus costumbres a toda costa. Las civilizaciones de esta parte del mundo tuvieron pérdidas no solo por las nuevas enfermedades que los europeos traían, sino que crearon una gran depresión en las personas mayores que se rehusaban a cambiar de religión y abandonar algo en lo que habían creído toda su vida… Fue así que algunas familias comenzaron a resguardar santos en sus casas con espacios especiales dentro de ellos, en lo que guardaban pequeñas muestras de gratitud a lo que los españoles llamaban como sus "antiguos dioses", o "deidades paganas". Fue así como esta prevaleció hasta ser vista en la actualidad…
Durante la conquista, los sacerdotes fusionaron algunas celebraciones de la iglesia católica con fines de adoctrinamiento al ver que no todos adoptaban la nueva religión. El resultado fue que la fecha de Día de Muertos se uniera a la tradición católica de Todos los Santos o de los fieles difuntos, el 1 y 2 de noviembre.
En la frontera con Estados Unidos, también se observa la unión de las tradiciones mexicanas de Día de Muertos con el Halloween o noche de brujas que celebran el 31 de octubre.
Aunque para muchos esta idea puede sonar tétrica simplemente de solo pensarlo, lo cierto es que en este país tiene una energía que se carga de distintos colores. De acuerdo al Diccionario de Símbolos de Jean Chevalier, "La muerte tiene en efecto, varias significaciones. Liberadora de las penas y las preocupaciones, no es un fin en sí misma; abre el acceso al reino del espíritu, a la vida verdadera: mors janua vitae (la muerte puerta de la vida). En sentido esotérico, simboliza el cambio profundo que sufre el hombre por efecto de la iniciación. El profano debe morir para renacer a la vida superior que confiere la iniciación. Si no muere en su estado de imperfección, se le veda todo progreso iniciático". La vida y la muerte vistas desde un punto cosmogónico son ciclos que marcan fines e inicios, por lo que no es de extrañar que en el caso de México este sea visto como una fiesta, pues no es un adiós, sino un "hasta luego".