¿Conoces la "ilusión de frecuencia"?

¿Alguna vez alguien te ha contado que se ha encontrado a un niño en triciclo y de repente no paras de a pequeños ciclistas en acción? Seguramente hayas pensado que es algo común y que ahora todos los padres dejan salir a sus hijos en triciclo, incluyo lo hayas escuchado en tu círculo más cercano.
Sin embargo, lo más probable es que siempre haya existido el mismo número de niños en triciclo sin que te percataras de ello. Esto, es lo que se conoce como ilusión de frecuencia y es más común de lo que crees.
Es probable que afecte a todo el mundo en algún momento de su vida y ocurre cuando se presta atención a las cosas que recientemente se han vuelto importantes para ti.
Este concepto también conocido como fenómeno Baader-Meinhof está relacionado con la memoria.
El nombre de fenómeno Baader-Meinhof fue adoptado en 1994 por un usuario de un foro alemán en el que describía cómo tras mencionar una vez el nombre del grupo terrorista alemán de los años 70 Facción del Ejército Rojo (RAF) -también conocido como Baader-Meinhof por los apellidos de dos de sus principales líderes- siguió fijándose en él.
Esto llevó a que otros lectores compartieran sus propias experiencias del fenómeno, lo que hizo que ganara reconocimiento y que acabara conociéndose con ese nombre. Pero no era un fenómeno nuevo. Es algo que siempre ha estado vinculado a cómo nuestro cerebro funciona individualmente en cada uno de nosotros.
Según Arnold Zwicky, profesor de Lingüística en la Universidad de Stanford y el primero en acuñar el término "ilusión de frecuencia" en 2005, este fenómeno es el resultado de dos procesos psicológicos bien conocidos: por un lado, entra en juego la atención selectiva, que nos hace centrarnos en lo que es en ese momento importante para nosotros y descartar el resto, clave para nuestro aprendizaje.
Y por otro lado, el sesgo de confirmación, que hace que busquemos cosas que apoyen lo que pensamos en un momento dado, es decir, al ver más niños en triciclo, creemos que estos son más comunes, lo que confirma aún más nuestra creencia de que hay más .
El sesgo de confirmación también puede dar espacio a lo que se denomina como sesgos cognitivos de forma general, ya que el ser humano está hecho en base a buscar explicaciones de cómo funciona el mundo y nos adaptamos a él. No para todos es igual: la ilusión de frecuencia juegan diferentes áreas del cerebro según el tipo de estímulo que nos encontremos y eso hace que cada uno de nosotros tengamos una respuesta diferente.
¿Te ha pasado?