Entrevista a Pedro Almodóvar: "Pienso a diario en la mortalidad; cada vez me queda menos tiempo y quiero prolongarlo"

Pedro Almodóvar mira de frente a la muerte en esta adaptación de Sigrid Nunez que llega a los cines de España. Presentada en San Sebastián tras un histórico León de Oro en Venecia, el manchego toma la pregunta que da nombre al título de la novela, Cuál es tu tormento, como punto de partida para ofrecer un retrato bastante certero de la amistad femenina. La habitación de al lado es una película sobre dos mujeres que hablan.

Almodóvar cuenta el reencuentro entre Ingrid (Julianne Moore) y Martha (Tilda Swinton), amigas en la juventud que se reencuentran años después para pasar juntas los últimos días de Swinton, en la que es su película número 23.

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EntrevistaPedro Almodóvar: "Pienso a diario en la mortalidad; cada vez me queda menos tiempo y quiero prolongarlo"
ANDREA G. BERMEJO
NOTICIA
21.10.2024 - 08:43H
El director manchego, flamante León de Oro en Venecia, acaba de estrenar con Julianne Moore y Tilda Swinton 'La habitación de al lado', su película número 23, la primera rodada en inglés y la más contenida.
Esta es la novela en la que se inspiró Pedro Almodóvar para 'La habitación de al lado'
Pedro AlmodóvarPedro AlmodóvarCinemanía
Pedro Almodóvar mira de frente a la muerte en esta adaptación de Sigrid Nunez que llega a los cines de España. Presentada en San Sebastián tras un histórico León de Oro en Venecia, el manchego toma la pregunta que da nombre al título de la novela, Cuál es tu tormento, como punto de partida para ofrecer un retrato bastante certero de la amistad femenina. La habitación de al lado es una película sobre dos mujeres que hablan.

Almodóvar cuenta el reencuentro entre Ingrid (Julianne Moore) y Martha (Tilda Swinton), amigas en la juventud que se reencuentran años después para pasar juntas los últimos días de Swinton, en la que es su película número 23.

La habitación de al lado es el lugar en el que el personaje de Tilda Swinton le pide al de Julianne Moore que aguarde mientras ella muere. Es esta película una mirada de frente a la muerte y a la eutanasia. ¿Cuál es tu relación con la muerte?
Mi relación es un poco mejor que cuando empecé a hacer la película. Yo no hago películas terapéuticas para curarme, las hago empujado por otra necesidad, por la necesidad de contar una historia. Pero, en este caso, es cierto que la mortalidad es un tema que me preocupa desde hace mucho tiempo y en el que pienso diariamente. Y que, como el personaje de Julianne, no he llegado a aceptar.

No llego a aceptar que algo que está vivo de pronto desaparezca. Eso sí, yo creo que el espíritu de las personas no se va de la noche a la mañana, y eso es muy consolador para los que nos quedamos aquí. Pero sigo teniendo miedo a la muerte y me ha entrado, sobre todo en los últimos dos o tres años, una prisa enorme. Me queda cada vez menos tiempo y es como si quisiese prolongarlo, multiplicarlo.

Para mí fue un alivio rodar la parte de La habitación de al lado que transcurre en la casa del bosque porque claramente éramos cuatro: Tilda, Julianne, la muerte y yo. Y además era una cosa muy palpable aunque no fuera física. Y yo creo que me familiaricé bastante con la idea. Pero justo hace dos semanas tuve que sacrificar a mi gato, que llevaba catorce años conmigo. Cuando me despedí de él la noche anterior a sedarlo no entendía cómo ese ser que me miraba con los ojos tan grandes, sin parpadear, al día siguiente no existiría. Sufrí mucho.

El tema de la muerte, ¿pedía esta puesta en escena de La habitación de al lado, tan sobria, tan contenida?
Es, desde luego, una de mis películas más contenidas. Y es deliberado. Porque la mortalidad se presta mucho al melodrama y a lo sentimentaloide. Y yo quería huir totalmente de lo melodramático porque quería que fuera una película que hable de esto, pero desde un sitio muy vital, que es, al fin y al cabo, el personaje de Tilda Swinton.

La muerte es el producto de la decisión de alguien que está vivo. Quería que el personaje de Tilda impregnara la película de esa luz, de ese humor, de ese positivismo que tiene ella.

Hay varias citas a pintores norteamericanos en la película. Citas a Andrew Wyeth en un flashback y a Edward Hopper, un pintor que te ha gustado siempre: estaba ya en Laberinto de pasiones...
Sí. Porque a mí me parecía que los personajes de People in the Sun, el cuadro de Hopper, son personajes que podrían estar muertos. Son de una inmovilidad absoluta.

Y Julianne Moore y Tilda Swinton en las tumbonas de la casa del bosque me recuerdan a la actitud de los personajes de Hopper. Y también me recuerdan, sin que tenga nada que ver, a ese momento de Hable con ella en el que están las dos mujeres en coma en la terraza, en sus sillas, y los dos hombres, detrás. Había algo en esa compañía, en silencio, que me llevaba ahí.

Hopper es, con Velázquez, el pintor que más ha influido en los directores de fotografía. A mí, desde luego, me ha influido mucho. No ya solo los temas que representa, la soledad, esa soledad luminosa, con esas ventanas con tanta luz, sino la coloración. Aunque no es precisamente de nuestra geografía, me ha influido mucho.

Siempre has dicho que en Entre tinieblas y con Julieta Serrano entendiste el poder del primer plano. ¿Cómo de importante ha sido el primer plano en esta película?

Pedro AlmodóvarPedro AlmodóvarCinemanía
Pedro Almodóvar mira de frente a la muerte en esta adaptación de Sigrid Nunez que llega a los cines de España. Presentada en San Sebastián tras un histórico León de Oro en Venecia, el manchego toma la pregunta que da nombre al título de la novela, Cuál es tu tormento, como punto de partida para ofrecer un retrato bastante certero de la amistad femenina. La habitación de al lado es una película sobre dos mujeres que hablan.

Almodóvar cuenta el reencuentro entre Ingrid (Julianne Moore) y Martha (Tilda Swinton), amigas en la juventud que se reencuentran años después para pasar juntas los últimos días de Swinton, en la que es su película número 23.

La habitación de al lado es el lugar en el que el personaje de Tilda Swinton le pide al de Julianne Moore que aguarde mientras ella muere. Es esta película una mirada de frente a la muerte y a la eutanasia. ¿Cuál es tu relación con la muerte?
Mi relación es un poco mejor que cuando empecé a hacer la película. Yo no hago películas terapéuticas para curarme, las hago empujado por otra necesidad, por la necesidad de contar una historia. Pero, en este caso, es cierto que la mortalidad es un tema que me preocupa desde hace mucho tiempo y en el que pienso diariamente. Y que, como el personaje de Julianne, no he llegado a aceptar.

No llego a aceptar que algo que está vivo de pronto desaparezca. Eso sí, yo creo que el espíritu de las personas no se va de la noche a la mañana, y eso es muy consolador para los que nos quedamos aquí. Pero sigo teniendo miedo a la muerte y me ha entrado, sobre todo en los últimos dos o tres años, una prisa enorme. Me queda cada vez menos tiempo y es como si quisiese prolongarlo, multiplicarlo.

Para mí fue un alivio rodar la parte de La habitación de al lado que transcurre en la casa del bosque porque claramente éramos cuatro: Tilda, Julianne, la muerte y yo. Y además era una cosa muy palpable aunque no fuera física. Y yo creo que me familiaricé bastante con la idea. Pero justo hace dos semanas tuve que sacrificar a mi gato, que llevaba catorce años conmigo. Cuando me despedí de él la noche anterior a sedarlo no entendía cómo ese ser que me miraba con los ojos tan grandes, sin parpadear, al día siguiente no existiría. Sufrí mucho.

'La habitación de al lado''La habitación de al lado'Cinemanía
El tema de la muerte, ¿pedía esta puesta en escena de La habitación de al lado, tan sobria, tan contenida?
Es, desde luego, una de mis películas más contenidas. Y es deliberado. Porque la mortalidad se presta mucho al melodrama y a lo sentimentaloide. Y yo quería huir totalmente de lo melodramático porque quería que fuera una película que hable de esto, pero desde un sitio muy vital, que es, al fin y al cabo, el personaje de Tilda Swinton.

La muerte es el producto de la decisión de alguien que está vivo. Quería que el personaje de Tilda impregnara la película de esa luz, de ese humor, de ese positivismo que tiene ella.

Hay varias citas a pintores norteamericanos en la película. Citas a Andrew Wyeth en un flashback y a Edward Hopper, un pintor que te ha gustado siempre: estaba ya en Laberinto de pasiones...
Sí. Porque a mí me parecía que los personajes de People in the Sun, el cuadro de Hopper, son personajes que podrían estar muertos. Son de una inmovilidad absoluta.

Y Julianne Moore y Tilda Swinton en las tumbonas de la casa del bosque me recuerdan a la actitud de los personajes de Hopper. Y también me recuerdan, sin que tenga nada que ver, a ese momento de Hable con ella en el que están las dos mujeres en coma en la terraza, en sus sillas, y los dos hombres, detrás. Había algo en esa compañía, en silencio, que me llevaba ahí.

Hopper es, con Velázquez, el pintor que más ha influido en los directores de fotografía. A mí, desde luego, me ha influido mucho. No ya solo los temas que representa, la soledad, esa soledad luminosa, con esas ventanas con tanta luz, sino la coloración. Aunque no es precisamente de nuestra geografía, me ha influido mucho.

'La habitación de al lado''La habitación de al lado'Cinemanía
Siempre has dicho que en Entre tinieblas y con Julieta Serrano entendiste el poder del primer plano. ¿Cómo de importante ha sido el primer plano en esta película?
En esta película los primeros planos son esenciales. Yo hice una planificación en casa con dibujitos y todo eso, pero en el rodaje era muy difícil separarme de las caras de las dos actrices. Realmente son como dos paisajes, voy de uno a otro. Es una película en la que predomina el primer plano por lo que ellas cuentan y por cómo lo cuentan y lo bien que están Tilda y Julianne.

Tenía que hacer planos generales para mostrar el lugar donde viven y establecer la geografía del lugar pero es una película muy bergmaniana, con todas las distancias que hay entre Bergman y yo. Yo tenía como referencia Persona, que básicamente son dos mujeres: una habla y otra escucha. Aquí lo que ocurre es que es al revés, la que habla es la enferma y la que escucha es la que está sana. ​

Bergman es el autor donde uno aprende el valor que tiene el primer plano y el trípode. Es decir, el plano inmóvil. O sea, quedarte fijo delante de un actor o de una actriz. En una academia te van a decir que, si haces un primer plano, no te quedes cinco minutos con la actriz o con el actor. Bergman se queda a veces siete, ocho minutos, y el propio plano te dice cuándo debe terminar.

Si lo que se dice y el actor tienen fuerza yo creo que no hay una herramienta como el primer plano para comunicarle al espectador de modo más directo lo que quieres contar. Esta película, lo descubrí nada más empezar a rodar, era una película de primeros planos de las dos actrices protagonistas.

Pedro AlmodóvarPedro AlmodóvarCinemanía
Pedro Almodóvar mira de frente a la muerte en esta adaptación de Sigrid Nunez que llega a los cines de España. Presentada en San Sebastián tras un histórico León de Oro en Venecia, el manchego toma la pregunta que da nombre al título de la novela, Cuál es tu tormento, como punto de partida para ofrecer un retrato bastante certero de la amistad femenina. La habitación de al lado es una película sobre dos mujeres que hablan.

Almodóvar cuenta el reencuentro entre Ingrid (Julianne Moore) y Martha (Tilda Swinton), amigas en la juventud que se reencuentran años después para pasar juntas los últimos días de Swinton, en la que es su película número 23.

La habitación de al lado es el lugar en el que el personaje de Tilda Swinton le pide al de Julianne Moore que aguarde mientras ella muere. Es esta película una mirada de frente a la muerte y a la eutanasia. ¿Cuál es tu relación con la muerte?
Mi relación es un poco mejor que cuando empecé a hacer la película. Yo no hago películas terapéuticas para curarme, las hago empujado por otra necesidad, por la necesidad de contar una historia. Pero, en este caso, es cierto que la mortalidad es un tema que me preocupa desde hace mucho tiempo y en el que pienso diariamente. Y que, como el personaje de Julianne, no he llegado a aceptar.

No llego a aceptar que algo que está vivo de pronto desaparezca. Eso sí, yo creo que el espíritu de las personas no se va de la noche a la mañana, y eso es muy consolador para los que nos quedamos aquí. Pero sigo teniendo miedo a la muerte y me ha entrado, sobre todo en los últimos dos o tres años, una prisa enorme. Me queda cada vez menos tiempo y es como si quisiese prolongarlo, multiplicarlo.

Para mí fue un alivio rodar la parte de La habitación de al lado que transcurre en la casa del bosque porque claramente éramos cuatro: Tilda, Julianne, la muerte y yo. Y además era una cosa muy palpable aunque no fuera física. Y yo creo que me familiaricé bastante con la idea. Pero justo hace dos semanas tuve que sacrificar a mi gato, que llevaba catorce años conmigo. Cuando me despedí de él la noche anterior a sedarlo no entendía cómo ese ser que me miraba con los ojos tan grandes, sin parpadear, al día siguiente no existiría. Sufrí mucho.

'La habitación de al lado''La habitación de al lado'Cinemanía
El tema de la muerte, ¿pedía esta puesta en escena de La habitación de al lado, tan sobria, tan contenida?
Es, desde luego, una de mis películas más contenidas. Y es deliberado. Porque la mortalidad se presta mucho al melodrama y a lo sentimentaloide. Y yo quería huir totalmente de lo melodramático porque quería que fuera una película que hable de esto, pero desde un sitio muy vital, que es, al fin y al cabo, el personaje de Tilda Swinton.

La muerte es el producto de la decisión de alguien que está vivo. Quería que el personaje de Tilda impregnara la película de esa luz, de ese humor, de ese positivismo que tiene ella.

Hay varias citas a pintores norteamericanos en la película. Citas a Andrew Wyeth en un flashback y a Edward Hopper, un pintor que te ha gustado siempre: estaba ya en Laberinto de pasiones...
Sí. Porque a mí me parecía que los personajes de People in the Sun, el cuadro de Hopper, son personajes que podrían estar muertos. Son de una inmovilidad absoluta.

Y Julianne Moore y Tilda Swinton en las tumbonas de la casa del bosque me recuerdan a la actitud de los personajes de Hopper. Y también me recuerdan, sin que tenga nada que ver, a ese momento de Hable con ella en el que están las dos mujeres en coma en la terraza, en sus sillas, y los dos hombres, detrás. Había algo en esa compañía, en silencio, que me llevaba ahí.

Hopper es, con Velázquez, el pintor que más ha influido en los directores de fotografía. A mí, desde luego, me ha influido mucho. No ya solo los temas que representa, la soledad, esa soledad luminosa, con esas ventanas con tanta luz, sino la coloración. Aunque no es precisamente de nuestra geografía, me ha influido mucho.

'La habitación de al lado''La habitación de al lado'Cinemanía
Siempre has dicho que en Entre tinieblas y con Julieta Serrano entendiste el poder del primer plano. ¿Cómo de importante ha sido el primer plano en esta película?
En esta película los primeros planos son esenciales. Yo hice una planificación en casa con dibujitos y todo eso, pero en el rodaje era muy difícil separarme de las caras de las dos actrices. Realmente son como dos paisajes, voy de uno a otro. Es una película en la que predomina el primer plano por lo que ellas cuentan y por cómo lo cuentan y lo bien que están Tilda y Julianne.

Tenía que hacer planos generales para mostrar el lugar donde viven y establecer la geografía del lugar pero es una película muy bergmaniana, con todas las distancias que hay entre Bergman y yo. Yo tenía como referencia Persona, que básicamente son dos mujeres: una habla y otra escucha. Aquí lo que ocurre es que es al revés, la que habla es la enferma y la que escucha es la que está sana. ​

Bergman es el autor donde uno aprende el valor que tiene el primer plano y el trípode. Es decir, el plano inmóvil. O sea, quedarte fijo delante de un actor o de una actriz. En una academia te van a decir que, si haces un primer plano, no te quedes cinco minutos con la actriz o con el actor. Bergman se queda a veces siete, ocho minutos, y el propio plano te dice cuándo debe terminar.

Si lo que se dice y el actor tienen fuerza yo creo que no hay una herramienta como el primer plano para comunicarle al espectador de modo más directo lo que quieres contar. Esta película, lo descubrí nada más empezar a rodar, era una película de primeros planos de las dos actrices protagonistas.

¿Cuándo empezaste a imaginar a estos personajes como Julianne Moore y Tilda Swinton?
El de Tilda muy pronto porque había trabajado con ella en La voz humana y entre nosotros se estableció una química inmediata. Yo ardía en deseos de trabajar con ella de nuevo. Y cuando empecé a escribir el papel de Martha inmediatamente pensé en ella. Pensé también en todo lo que ella aporta físicamente al personaje: la altura, esa cosa exótica que tiene, que no se sabe de dónde viene esta mujer, parece que pertenece a otra especie animal. ​Tilda es única físicamente.

Cuando terminé el guion es cuando empecé a pensar en Julianne. Fueron mis dos primeras opciones y a Julianne la conocía levemente. La conocía de haberla encontrado en ceremonias de premios, en esos sitios donde nos encontramos los cineastas. Y desde siempre me había caído muy bien y me gustaba mucho como actriz.

Pedro AlmodóvarPedro AlmodóvarCinemanía
Pedro Almodóvar mira de frente a la muerte en esta adaptación de Sigrid Nunez que llega a los cines de España. Presentada en San Sebastián tras un histórico León de Oro en Venecia, el manchego toma la pregunta que da nombre al título de la novela, Cuál es tu tormento, como punto de partida para ofrecer un retrato bastante certero de la amistad femenina. La habitación de al lado es una película sobre dos mujeres que hablan.

Almodóvar cuenta el reencuentro entre Ingrid (Julianne Moore) y Martha (Tilda Swinton), amigas en la juventud que se reencuentran años después para pasar juntas los últimos días de Swinton, en la que es su película número 23.

La habitación de al lado es el lugar en el que el personaje de Tilda Swinton le pide al de Julianne Moore que aguarde mientras ella muere. Es esta película una mirada de frente a la muerte y a la eutanasia. ¿Cuál es tu relación con la muerte?
Mi relación es un poco mejor que cuando empecé a hacer la película. Yo no hago películas terapéuticas para curarme, las hago empujado por otra necesidad, por la necesidad de contar una historia. Pero, en este caso, es cierto que la mortalidad es un tema que me preocupa desde hace mucho tiempo y en el que pienso diariamente. Y que, como el personaje de Julianne, no he llegado a aceptar.

No llego a aceptar que algo que está vivo de pronto desaparezca. Eso sí, yo creo que el espíritu de las personas no se va de la noche a la mañana, y eso es muy consolador para los que nos quedamos aquí. Pero sigo teniendo miedo a la muerte y me ha entrado, sobre todo en los últimos dos o tres años, una prisa enorme. Me queda cada vez menos tiempo y es como si quisiese prolongarlo, multiplicarlo.

Para mí fue un alivio rodar la parte de La habitación de al lado que transcurre en la casa del bosque porque claramente éramos cuatro: Tilda, Julianne, la muerte y yo. Y además era una cosa muy palpable aunque no fuera física. Y yo creo que me familiaricé bastante con la idea. Pero justo hace dos semanas tuve que sacrificar a mi gato, que llevaba catorce años conmigo. Cuando me despedí de él la noche anterior a sedarlo no entendía cómo ese ser que me miraba con los ojos tan grandes, sin parpadear, al día siguiente no existiría. Sufrí mucho.

'La habitación de al lado''La habitación de al lado'Cinemanía
El tema de la muerte, ¿pedía esta puesta en escena de La habitación de al lado, tan sobria, tan contenida?
Es, desde luego, una de mis películas más contenidas. Y es deliberado. Porque la mortalidad se presta mucho al melodrama y a lo sentimentaloide. Y yo quería huir totalmente de lo melodramático porque quería que fuera una película que hable de esto, pero desde un sitio muy vital, que es, al fin y al cabo, el personaje de Tilda Swinton.

La muerte es el producto de la decisión de alguien que está vivo. Quería que el personaje de Tilda impregnara la película de esa luz, de ese humor, de ese positivismo que tiene ella.

Hay varias citas a pintores norteamericanos en la película. Citas a Andrew Wyeth en un flashback y a Edward Hopper, un pintor que te ha gustado siempre: estaba ya en Laberinto de pasiones...
Sí. Porque a mí me parecía que los personajes de People in the Sun, el cuadro de Hopper, son personajes que podrían estar muertos. Son de una inmovilidad absoluta.

Y Julianne Moore y Tilda Swinton en las tumbonas de la casa del bosque me recuerdan a la actitud de los personajes de Hopper. Y también me recuerdan, sin que tenga nada que ver, a ese momento de Hable con ella en el que están las dos mujeres en coma en la terraza, en sus sillas, y los dos hombres, detrás. Había algo en esa compañía, en silencio, que me llevaba ahí.

Hopper es, con Velázquez, el pintor que más ha influido en los directores de fotografía. A mí, desde luego, me ha influido mucho. No ya solo los temas que representa, la soledad, esa soledad luminosa, con esas ventanas con tanta luz, sino la coloración. Aunque no es precisamente de nuestra geografía, me ha influido mucho.

'La habitación de al lado''La habitación de al lado'Cinemanía
Siempre has dicho que en Entre tinieblas y con Julieta Serrano entendiste el poder del primer plano. ¿Cómo de importante ha sido el primer plano en esta película?
En esta película los primeros planos son esenciales. Yo hice una planificación en casa con dibujitos y todo eso, pero en el rodaje era muy difícil separarme de las caras de las dos actrices. Realmente son como dos paisajes, voy de uno a otro. Es una película en la que predomina el primer plano por lo que ellas cuentan y por cómo lo cuentan y lo bien que están Tilda y Julianne.

Tenía que hacer planos generales para mostrar el lugar donde viven y establecer la geografía del lugar pero es una película muy bergmaniana, con todas las distancias que hay entre Bergman y yo. Yo tenía como referencia Persona, que básicamente son dos mujeres: una habla y otra escucha. Aquí lo que ocurre es que es al revés, la que habla es la enferma y la que escucha es la que está sana. ​

Bergman es el autor donde uno aprende el valor que tiene el primer plano y el trípode. Es decir, el plano inmóvil. O sea, quedarte fijo delante de un actor o de una actriz. En una academia te van a decir que, si haces un primer plano, no te quedes cinco minutos con la actriz o con el actor. Bergman se queda a veces siete, ocho minutos, y el propio plano te dice cuándo debe terminar.

Si lo que se dice y el actor tienen fuerza yo creo que no hay una herramienta como el primer plano para comunicarle al espectador de modo más directo lo que quieres contar. Esta película, lo descubrí nada más empezar a rodar, era una película de primeros planos de las dos actrices protagonistas.

¿Cuándo empezaste a imaginar a estos personajes como Julianne Moore y Tilda Swinton?
El de Tilda muy pronto porque había trabajado con ella en La voz humana y entre nosotros se estableció una química inmediata. Yo ardía en deseos de trabajar con ella de nuevo. Y cuando empecé a escribir el papel de Martha inmediatamente pensé en ella. Pensé también en todo lo que ella aporta físicamente al personaje: la altura, esa cosa exótica que tiene, que no se sabe de dónde viene esta mujer, parece que pertenece a otra especie animal. ​Tilda es única físicamente.

Cuando terminé el guion es cuando empecé a pensar en Julianne. Fueron mis dos primeras opciones y a Julianne la conocía levemente. La conocía de haberla encontrado en ceremonias de premios, en esos sitios donde nos encontramos los cineastas. Y desde siempre me había caído muy bien y me gustaba mucho como actriz.

'La habitación de al lado''La habitación de al lado'Cinemanía
¿Y dirías, después de rodar en inglés, que el cine es un lenguaje universal?
Yo tenía miedo de que hubiera algún problema con la lengua. Pero no, los problemas no eran de que la película se rodase en inglés. Y respondiendo a tu pregunta, yo creo que sí. Tilda lo dice. Ella es una persona muy cultivada, muy cinéfila. No hay película que Tilda no haya visto y compartimos además muchos gustos. Ella admira muchísimo a Michael Powell y yo también. Nos llega del mismo modo Michael Powell.

En ese sentido es en el que, en efecto, las imágenes... no importa la cultura a la que pertenezcan ni la lengua en la que estén pensadas. Te llegan aunque estés en el lugar opuesto a esas imágenes.​ ​Yo recuerdo de pequeño por ejemplo haber visto con 12 años La noche de Antonioni y pensar que estaba hablando de mí.

Fíjate, tú. Yo, un niño en un pueblo extremeño. Y la película, que habla sobre el tedio de la alta burguesía milanesa. Yo no tenía ni idea de lo que era ni Milán ni la alta burguesía pero curiosamente sí sabía muy bien lo que era el tedio y el aburrimiento en un pueblo. El cine tiene ese poder mágico de comunicarte por unos caminos que uno no sabe cómo pero que te llegan.

¿Te gustaría volver a rodar en inglés?
Depende de la historia. Esta historia es sobre dos personajes que viven en Nueva York en una situación límite. Todo eso me interesaba y me interesaba también que no hubiera demasiadas localizaciones, no tener que viajar demasiado porque para mi espalda no es lo mejor. ​Yo me manejo bien con cuatro o cinco intérpretes, no muchas localizaciones y en una situación íntima femenina.

Las historias si se me ocurren se me van a ocurrir en Madrid o en España. Pero si vienen de la literatura y la lengua de los protagonistas es el inglés sí estoy dispuesto a volver a rodar en ese idioma. Pero, vamos, ahora mismo estoy pensando ya en la próxima película... Será en español y la rodaré en casa.