Osamentas de Cortés y Cuauhtémoc impactaron obra de Rivera; exposición con 96 obras (por Excelsior)

El hallazgo de las osamentas de Hernán Cortés (en 1946) y de Cuauhtémoc (en 1949) —ésta última aún cuestionada— tuvieron impacto en la obra y en el pensamiento de Diego Rivera, afirmó ayer Luis Rius Caso, durante un recorrido por la exposición Sobre los huesos de Cuauhtémoc y de Hernán Cortés. Diego Rivera y el gran debate sobre la mexicanidad, que abrirá hoy en el Museo Mural Diego Rivera.
Integrada por 96 obras entre óleos, documentos y grabados, objetos, esculturas y documentos, la muestra incluye obra de Rivera, Daniel del Valle, Augusto Ferrer-Dalmau, Jorge González Camarena, Vicente Rojo, Gustavo Monroy y Daniel Lezama, entre otros.
De ahí que en esta exhibición se incluyan los dibujos que Rivera hizo sobre Cuauhtémoc, a partir de su visualización de los restos óseos, pese a que se decidió científica y oficialmente que la osamenta de Cuauhtémoc (descubierta por la arqueóloga Eulalia Guzmán en Ixcateopan, Guerrero) no es auténtica”.
A partir de aquel momento, el muralista mexicano se apoyó en el criminalista Alfonso Quiroz Cuarón para tratar de reconstruir el rostro del tlatoani mexica, como se presenta en la muestra, develando la relación amistosa que Rivera mantuvo con Eulalia Guzmán.
Además, abundó el curador, “junto con Rivera entramos a un contexto de mediados del siglo XX más amplio, en el cual se celebraba un debate acerca de cuáles habían sido los saldos del pasado mexicano”.
Rius Caso también explicó que Rivera fue de los primeros artistas que accedieron al mundo indígena.
Lo cierto es que para Rivera significó mucho tener en la realidad los huesos de Cuauhtémoc, porque representaban un referente para proyectar a la cultura mexicana. (Para él) era muy importante que resultaran auténticos y por eso luchó porque lo fueran”.
HERIDA ABIERTA
Durante el recorrido, Rius Caso fue cuestionado sobre la manera como esta exposición podría relacionarse con la petición de disculpa que el gobierno de México exige a España por la conquista.
“En el contexto actual donde el expresidente (Andrés Manuel López Obrador) y la Presidenta (Claudia Sheinbaum), quienes han expresado la solicitud de perdón por parte de los españoles, demuestra que la conquista aún es una herida abierta.
En esta muestra puede verse el biombo que elaboró Gustavo Monroy, el cual dialoga con los biombos españoles de la conquista, donde se muestra a Moctezuma supuestamente dándole las llaves del imperio a Cortés.
También se incluye el mural Suplicio y muerte en Itzamkánac (2022), de Daniel Lezama y bocetos de David Alfaro Siqueiros de los murales que creó en el Palacio de Bellas Artes, así como la obra de Elvira Gascón, pintora española exiliada, a quien le impresionó la pobreza indígena e hizo una serie dedicada a madres con hijos.
¿Qué llevó a Diego a unirse a esta idea de que sí se trata de los restos de Cuauhtémoc?“Desde 1920 él tiene muy claro el perfil indigenista en su obra y él se convierte en un historiador que pinta, entonces, significa mucho tener en la realidad los huesos de Cuauhtémoc, porque serían un referente fundamental para proyectar a la cultura mexicana”.
¿No lo enemistó con los científicos que negaron la autenticidad de los restos óseos? “Lo enemistó de muerte, se peleó prácticamente con todos y, sobre todo, con Marquina y con otros no se peleó, pero sí se distanció y sobre esto vamos a tener una plática con Salvador Rueda Smithers, director del Museo Nacional de Historia”.